domingo, 7 de agosto de 2011

F.P.E.

El Fondo Perpetuo para la Educación.
Asunto muy importante. Con la inspiración del Señor, se ideó un plan: se estableció lo que se conoció como el Fondo Perpetuo para la Emigración. 30.000 conversos a la Iglesia pudieron congregarse en Sión. 200 de ellos murieron de frío y enfermedad en las llanuras de Wyoming.Ustedes son hoy día prósperos y estables debido a lo que se hizo por sus antepasados. 
Debido a su preparación limitada, es poco probable que lleguen a ser líderes en la Iglesia; es más probable que se vean en la necesidad de recibir ayuda de bienestar. Ellos se casarán y criarán hijos que seguirán el mismo ciclo que ellos han conocido. En una tentativa por remediar esa situación, proponemos un plan, un plan que creemos ha sido inspirado por el Señor. Con las ganancias de la inversión de este fondo, se harán préstamos a los jóvenes de ambos sexos que tengan aspiraciones, en su mayor parte, a ex misioneros, para que cursen estudios. Entonces, cuando reúnan los requisitos para conseguir empleo, se espera que devuelvan lo que hayan pedido prestado junto con una pequeña cantidad de interés destinada a servir de incentivo para pagar el préstamo. Posteriormente, el plan se puede ampliar para abarcar estudios superiores. No habrá tentación de emplear el dinero para otros fines. Comenzaremos de forma modesta a partir del otoño que viene. Prevemos los tiempos en los que este programa beneficiará a un considerable número de personas. Pagarán el préstamo para hacer posible que otros sean bendecidos como ellos lo habrán sido. Será un fondo rotatorio. "Si se le da a una persona un pescado, tendrá comida para un día, pero si se le enseña a pescar, tendrá comida para el resto de la vida". El participar en este programa no ocasionará ninguna vergüenza a los que tomen parte en él, sino más bien un sentimiento de orgullo. Los beneficiarios devolverán el dinero y, cuando lo hagan, experimentarán una magnífica sensación de libertad debido a que no se habrán superado gracias a una beca ni a un regalo, sino a un préstamo que habrán pagado. El presidente Joseph F . Smith dijo hace casi cien años que una religión que no ayude a una persona en esta vida no hará mucho por ella en la existencia venidera (véase “The Truth about Mormonism”, revista Out West, sep-tiembre de 1905, pág. 242). Donde haya pobreza generalizada entre los de nuestro pueblo, debemos hacer todo lo que podamos para ayudarles a elevarse, a establecer su vida sobre el fundamento de la autosuficiencia que brinda la instrucción. La educación es la clave de la oportunidad. Confiamos en que la mayoría cumplirá con lo que se espera de ellos, y generaciones por venir serán bendecidas. Podemos prever que generaciones futuras también se hallarán necesitadas, pues como Jesús dijo: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros…” (Juan 12:8). Por consiguiente, debe ser un fondo rotatorio. Creo que el Señor no desea ver a los de Su pueblo condenados a vivir en la pobreza. Creo que Él desea que los fieles disfruten de las cosas buenas de la tierra. Él desea que hagamos esas cosas para ayudarles. Y Él nos bendecirá si lo hacemos. Por el éxito de esta empresa, ruego humildemente, al mismo tiempo que pido su interés, su fe y sus oraciones y su preocupación en beneficio de ella. Lo hago en el nombre del Señor Jesucristo. Amén.

Presidente Gordon B. Hinckley, (Sesión del sacerdocio 31 de marzo de 2001, Liahona Julio de 2001, pág. 60-67)

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